Bendita sea tu pureza es una hermosa oración a Nuestra Señor, Santísima Virgen María, una demostración de amor a tan bellísima Madre. u origen no es muy claro, pero cuenta la tradición que su autor fue un poeta sevillano del siglo XVI no muy conocido, que solía escribir poesías como medio de ganarse la vida y cuya fe le permitió escribir esas hermosas líneas. Desconozco el texto original, o si éste era más largo, lo cierto es que esta oración la he encontrado en tres formas distintas, en las que el final cambia ligeramente, pero la oración en sí se mantiene, y en este artículo he traído esas tres versiones de esta bellísima plegaria.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía morir sin confesión en la última agonía. Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Y danos tu santa bendición que nosotros la recibimos con amor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.