miércoles, 3 de julio de 2019

Santo Rosario a la Virgen de Fatima

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Creo en Dios padre Todopoderoso, creador del cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso y desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la Vida Eterna, Amén.


Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Tú quien eres, bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas; me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado con tu divina gracia, me propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta. Amen.

Padre Nuestro, que estás en el cielo…
Dios te salve María, llena de gracia… (3 veces).

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.

PRIMER MISTERIO

Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios.
Luminoso: El Bautismo de Jesús en el Río Jordán.
Doloroso: La Agonía de Jesús en el Huerto.
Glorioso: La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
OFRECIMIENTO: Por la paz de nuestro corazón.

SEGUNDO MISTERIO

Gozoso: La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
Luminoso: La auto revelación de Jesús en las Bodas de Caná.
Doloroso: La Flagelación de Jesús.
Glorioso: La admirable Ascensión del Señor a los Cielos.
OFRECIMIENTO: Por la paz de nuestras familias.

TERCER MISTERIO

Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.
Luminoso: La Proclamación del Reino de Dios y la Invitación a la Conversión.
Doloroso: La Coronación de Espinas.
Glorioso: La esperada venida del Espíritu Santo.
OFRECIMIENTO: Por la paz de la iglesia, del Santo Padre Papa, del Señor Obispo en turno, de los sacerdotes, de los religiosos y religiosas, seminaristas, diáconos y laicos consagrados.

CUARTO MISTERIO

Gozoso: La Presentación del Niño Jesús en el Templo.
Luminoso: La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.
Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas hacia el Monte Calvario.
Glorioso: La Asunción de Nuestra Señora la Virgen María.
OFRECIMIENTO: Por la paz de nuestro país, de nuestra ciudad, del gobierno, el congreso y la Suprema Corte de Justicia, para que no se legalice el aborto, ni la unión entre hombres y mujeres del mismo sexo, y ninguna ley que dañe la dignidad de los niños y de las familias; por la paz de los indígenas y narcotraficantes.

QUINTO MISTERIO

Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.
Luminoso: La Institución de la Eucaristía.
Doloroso: La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Glorioso: La Coronación de María Santísima.
OFRECIMIENTO: Por la paz de los niños, adolescentes y jóvenes, niños maltratados y olvidados, bebés no nacidos, por las madres que han abortado y las que desean hacerlo, por la paz de los enfermos, por las Benditas Almas del Purgatorio, por las almas que podrían perderse para que no se pierdan, por la paz de los países en la pobreza, los países en guerra, por la paz del Vaticano y del Papa ante cualquier ataque espiritual pasado, presente y futuro.

EN CADA MISTERIO SE REZA LO SIGUIENTE

Padre Nuestro, que estás en el cielo…

Dios te salve María, llena de gracia… (10 veces).

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.

María madre de gracia, madre de misericordia,
en la vida y en la muerte ampáranos Gran Señora.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, cubre a las más necesitadas con tu infinita misericordia, Amén.

Dios mío, yo creo, te adoro, espero y te amo, te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no te aman. (3 veces).

Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

Inmaculado Corazón de María, sé la salvación del alma mía.

Santísima Virgen de Fátima, Ruega por nosotros.

AL FINALIZAR LOS 5 MISTERIOS

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, vénganos tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te Salve María Santísima, hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la aumentes, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te Salve María Santísima, madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Dios te Salve María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Dios te Salve María Santísima, Virgen Purísima, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, relicario purísimo, Virgen concebida sin la culpa original, Amén.

Dios te salve, reina y madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ¡Ea! Pues Señora y abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre ¡Oh! Clemente, ¡Oh! Piadosa, ¡Oh! Dulce siempre Virgen María, Santa Madre de Dios ruega por nosotros  para que seamos dignos y merecedores de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.

LETANÍA

De tus purísimos ojos dependen nuestras felicidades, líbranos Virgen Santísima y nunca nos desampares.

Señor, ten misericordia de nosotros. (Ten piedad de nosotros)
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Padre Celestial que eres Dios.
Hijo redentor del mundo que eres Dios.
Espíritu Santo que eres Dios.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios.

Santa María. (Ruega por nosotros)
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las Vírgenes.
Madre de Jesucristo.
Madre de la Iglesia.
Madre de la Divina gracia.
Madre Purísima.
Madre castísima.
Madre sin mancha.
Madre sin corrupción.
Madre siempre virgen.
Madre inmaculada.
Madre amable.
Madre admirable.
Madre del buen consejo.
Madre del Creador.
Madre del Salvador.
Virgen prudentísima
Virgen venerable.
Virgen laudable.
Virgen digna de alabanza.
Virgen poderosa.
Virgen misericordiosa.
Virgen Clemente.
Virgen fiel.
Espejo de justicia.
Trono de la Sabiduría.
Causa de nuestra alegría.
Vaso espiritual de elección.
Vaso digno de honor.
Vaso de verdadera devoción.
Vaso precioso de la gracia.
Rosa mística.
Torre de David.
Torre de marfil.
Casa de oro.
Arca de la Alianza.
Puerta del Cielo.
Estrella de la Mañana.
Salud de los enfermos.
Refugio de los pecadores.
Consuelo de los afligidos.
Auxilio de los Cristianos.
Reina de los Ángeles.
Reina de los Patriarcas.
Reina de los Profetas.
Reina de los Apóstoles.
Reina de los Mártires
Reina de los confesores.
Reina de las vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina concebida sin la culpa original.
Reina elevada al cielo.
Reina del Santísimo Rosario.
Reina de las familias.
Reina de la Paz.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
perdónanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
ten piedad y misericordia de nuestras almas.


Bajo tu amparo nos acogemos, Oh Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos, antes bien líbranos, Oh Virgen Gloriosa y Bendita. Santa Madre de Dios ruega por nosotros para que seamos dignos y merecedores de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.

Te rogamos, Señor, derrama tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, el misterio de la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz, seamos conducidos a la gloria de la resurrección por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Por las intenciones del Papa. (Padre Nuestro, Ave María y 3 Gloria)

Ave María Purísima, sin pecado original concebida (haciendo la señal de la cruz en la boca).

PARA FINALIZAR EL ROSARIO

Oh María, transforma mi corazón como el tuyo, colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud, toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio, preséntalo a Dios Padre como ofrenda de mí, para ti. Ayúdame, oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día.

Espíritu de Cristo: despiértame.
Espíritu de Cristo: muéveme.
Espíritu de Cristo: lléname.
Espíritu de Cristo: séllame.

Oh, Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad. Sé en mí una fuente de virtudes. Sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea luz que todos puedan ver. Amén.


Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti, y en prueba de mi  afecto te consagro este día (esta tarde, esta noche) y para siempre mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser; ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.


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