domingo, 21 de diciembre de 2014

Encarnación

Así como Dios encarnó en María para venir a este mundo, igualmente se encarna en cada uno de nosotros para darnos una vez más la oportunidad de transformar nuestras vidas y seguir nuestro buen camino hacia la conversión, actuando según su voluntad.

Permitamos que Dios se encarne en nuestros corazones, dejémosle entrar en nuestro pensamiento, démosle un lugar en nuestra vida, para que nos llene con s bendición.

Festejemos estas fechas con amor y abrazos en familia, y no perdamos de vista el verdadero significado de la Navidad, que es el Nacimeinto de Jesús, nuestro Salvador.

Salmo 88: 2-3, 4-5, 27, 28.
II Samuel 7: 1-5, 8-12, 14, 15.
Romanos 16: 25-27.
Lucas 1: 26-38.