Santo Niño Jesús de Praga es una de las advocaciones más conocidas de la infancia de Jesucristo, atrae a millones de peregrinos que, con gran fe, ofrecen sus más sinceras y sentidas súplicas al mismo Jesús representado en esta bella imagen de cera como un pequeño infante.
Leyenda del Niño Jesús de Praga
Todas las cosas tienen un poco de leyenda y también la
imagen del Milagroso Niño Jesús de Praga tiene la suya y muy bella por cierto.
Allá por el final de la Edad Media, entre Córdoba y Sevilla, al sur de las
márgenes del Guadalquivir, hay un monasterio famoso, lleno de monjes con largas
barbas y ásperas vestiduras. Después de un incursión de los moros que pueblan
la zona, queda reducido a ruinas, y solo cuatro monjes se salvaron de la
catástrofe. Entre ellos está FRAY JOSÉ DE LA SANTA CASA, un lego con corazón de
santo y cabeza y manos de artista, pero sobre todo con un amor desbordante a la
Santa Infancia de Jesús. En cualquier oficio que la obediencia le mandase, se
le encontraba infaliblemente entretenido, pensando y hablando con el Niño
Jesús.
Un buen día Fray José está barriendo el suelo del monasterio y de repente se le
presenta un hermoso niño que le dice: -¡Qué bien barres, fray José, y que
brillante dejas el suelo! ¿Serías capaz de recitar el Ave María?. -Si. -Pues
entonces, dila.
Fray José deja a un lado la escoba, se recoge, junta las manos y con los ojos bajos, comienza la salutación angélica. Al llegar a las palabras "et benedictus fructus ventris tui" (y bendito el fruto de tu vientre), el niño le interrumpe y le dice: ¡ESE SOY YO!, y enseguida desaparece.
Fray José grita extasiado:-¡Vuelve Pequeño Jesús, porque de otro modo moriré del deseo de verte!. Pero Jesús no vino. Y Fray José, seguía llamandolo día tras día, en la celda, en el huerto, en la cocina... en todas partes. Al fin un día sintió que la voz de Jesús le respondía: -"Volveré, pero cuida de tener todo preparado para que a mi llegada hagas de mi una estatua de cera en todo igual a como soy". Fray José corrió a contarselo al padre prior, pidiéndole cera, un cuchillo y un pincel. El Superior se lo concedió y Fray José se entregó con ilusión a modelar una estatua de cera del Niño que había visto. Hacía una y la deshacía, para hacer otra, pues nunca estaba conforme, y cada una que hacía le salía más bella que la anterior, y así pasaba el tiempo, esperando que regresase su Amado Jesusito.
Y por fin llegó el día en el que rodeado de ángeles, se le presenta el Niño Jesús, y Fray José en extásis, pero con la mayor naturalidad pone los ojos en el Divino modelo y copia al Niño que se tiene delante. Cuando termina y observa que su estatua es igual al Sagrado Modelo, estalla en risas y llantos de alegría, cae de rodillas delante de ella y posando la cabeza sobre las manos juntas, muere. Y los mismos ángeles que acompañaron a su Niño Jesús, recogieron su espíritu y lo llevaron al Paraíso. Los religiosos enterraron piadosamente el cuerpo del santo lego y con particular devoción colocaron la imagen de cera del Niño Jesús en el oratorio del monasterio.
Aquella misma noche Fray José se apareció en sueños al Padre Prior, comunicándole lo siguiente: "Esta estatua, hecha indignamente por mi, no es para el monasterio. Dentro de un año vendrá Doña Isabel Manríquez de Lara, a quien se la daréis, quien a su vez se la entregará a su hija como regalo de bodas, quien la llevará a Bohemia y de la capital de aquel reino será llamado -Niño Jesús de Praga- entre los pueblos y naciones. La gracia, la paz y la misericordia descenderán a la tierra por El escogida para habitar en ella, el pueblo de aquel reino será su pueblo, y El será su PEQUEÑO REY".
Y efectivamente al año en punto, Doña Isabel Manríquez de Lara, en un viaje de recreo por la zona, topó con las ruinas del monasterio, y el prior, ya único superviviente le entregó la imagen del Niño Jesús, contándole su fascinante historia. La dama llena de alegría, retornó a su castillo de Sierra Morena, muy cerca de Córdoba. Y aquí la leyenda deja paso a la Historia...
Historia de la devoción al Niño Jesús de Praga
La historia cuenta que la devoción al Niño Jesús de Praga surgió a comienzos
del siglo XVII. En 1620, el emperador de Alemania, Fernando II, en
agradecimiento por una victoria conseguida en una batalla, fundó un convento de
Padres Carmelitas en Praga. En torno a 1628 estalló en la ciudad una guerra, y
el monasterio sufrió grandes penurias y calamidades que hacían muy difícil la
vida de sus religiosos.
Todo esto cambiaría gracias a la princesa Polixena Lobkowitz, quién sintiendo
profundamente las necesidades de los Carmelitas, decidió regalar a los
religiosos una pequeña imagen del Niño Jesús. La talla, de unos 48 centímetros
y realizada en cera, representaba al Divino Infante de pie, con la mano derecha
levantada en actitud de bendecir, mientras que con la izquierda sostiene un
globo dorado que representa a la tierra. La imagen, de la que se dice que es de
origen español, había sido regalada con anterioridad por la madre de la
princesa con motivo del matrimonio de su hija.
La imagen fue colocada en un lugar de privilegio por los Carmelitas y el convento comenzó a mejorar sus condiciones gracias a la intermediación del Niño Jesús. Poco tiempo después, en 1631, estallaría de nuevo una guerra, por lo que los religiosos se vieron obligados a abandonar el convento, y la imagen del milagroso Niño fue ultrajada y arrojada a los escombros por los invasores. En 1635 los Carmelitas regresarían a Praga, y uno de los monjes, el padre Cirilo, encontró la imagen entre los escombros, devolviéndola al culto.
Tras examinar la imagen, el monje descubrió que tenía sus manos mutiladas
Estando el padre Cirilo rezando ante la imagen, oyó una voz que le decía «tened
piedad de mí y yo me apiadaré de vosotros. Devolvedme mis manos y yo os
devolveré la paz. Cuanto más me honrareis, tanto más os bendeciré». Tras
examinar la imagen, el monje descubrió que tenía sus manos mutiladas, empezando
desde entonces a buscar fondos para poder repararla. Tras muchas vicisitudes y
respuestas negativas a las rogativas del padre Cirilo, un día se presentó un
desconocido que se ofreció voluntariamente a reparar los desperfectos de la
imagen. Tras ello, sus devotos recibieron desde aquel momento grandes
beneficios.
Finalmente, en 1642, la princesa Lobkowitz edificó un santuario en su honor, al
que acudían devotos de todos los lugares del mundo. En 1655, el conde
Martinitz, Marqués de Bohemia, regalaría una corona de oro esmaltada con perlas
y diamantes. Su reputación milagrosa se expandió por todos los lugares del
mundo hasta convertirse en una de las devociones más importantes de la
historia. De hecho, Santa Teresa de Jesús profesaba un gran fervor al Divino
Niño.
La imagen del Santo Niño de Praga ha recibido varias distinciones papales, entre ellas; el Papa León XIII, instituyó la Congregación del Niño de Jesús de Praga en 1896, el Papa San Pío X, organizó la Cofradía del Niño Jesús de Praga en 1913, y más recientemente, el Papa Benedicto XVI, donó una corona de oro a la imagen durante su visita apostólica a la República Checa en septiembre de 2009.
La milagrosa imagen del Niño Jesús
Es una imagen de cera de Jesús en su etapa infantil, que se
encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua
(Kostel Panny Marie Vítězné), en la calle carmelita del barrio de Malá Strana,
en la ciudad de Praga (capital de la República Checa). Leyendas piadosas
sostienen que la imagen del Santo Niño de Praga una vez perteneció a Santa
Teresa de Jesús y es considerada una imagen milagrosa, especialmente entre las
mujeres embarazadas. La imagen fue donada a los frailes Carmelitas en 1628 por
la Princesa Polixena de Lobkowitz.
Hay dos imágenes originarias en la Iglesia de San Pedro del
pueblo de Treviño (Burgos, España). En el retablo del altar derecho del
crucero, y en las calles laterales, parte inferior, hay dos hornacinas que
contienen esas dos imágenes de gran antigüedad, de pie y de cuerpo entero, de
un niño con el orbe en una mano y con vestidos de tela bordada. En un lateral
de la plaza de la iglesia está el edificio, con su escudo, que fue de los
Condes de Treviño.
En la Iglesia de San Francisco de Asís en Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España), también se encuentra una imagen del Santo Niño de Praga. Además, descendientes de la Familia Manrique de Lara llegaron a Tenerife, mantuvieron la devoción e incluso, donaron a la imagen original del Santo Niño un manto blanco tejido en la isla. En la misma ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán (perteneciente a la Orden Carmelita) se encuentra establecida la Cofradía del Niño Jesús de Praga.
En la ciudad de Lima, en el Santuario de Nuestra Señora del
Carmen (perteneciente a la Orden Carmelita) se encuentra establecida una
Cofradía del Niño Jesús de Praga.
En la ciudad de Santiago de Chile, en la Iglesia del Niño
Jesús de Praga (perteneciente a la Orden de los Carmelitas Descalzos) se
encuentra una réplica de la imagen que es venerada de manera especial todos los
martes y los cuartos domingos de cada mes.
En la ciudad de Medellín, Colombia, en la parroquia de la
Arquidiócesis de Medellín fundó el Santuario Niño Jesús de Praga donde cientos
de fieles peregrinan los 25 de cada mes y su fiesta se celebra el 25 de agosto.
En la Villa de Espita, Yucatán, México, se encuentra una
imagen del Niño Dios de Praga en la parroquia de San José, a dicha imagen el
pueblo espiteño le tiene gran devoción y le realiza una gran fiesta en su honor
del 19 al 28 de diciembre, siendo el 25 el día más importante.
Festividad al Santo Niño de Praga
La Fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra actualmente el
primer domingo del mes de junio, y su imagen, se venera en un rico retablo
dorado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua,
no muy lejos de la Catedral de Praga. En la iglesia también se encuentra el
Museo del Niño Jesús de Praga, en donde se exponen todas sus alhajas y sobre
todo, sus mantos con trajes de otros colores litúrgicos, que cada cierto tiempo
le son cambiados a la imagen.
También el 25 de enero se conmemora la solemnidad del Niño
Jesús de Praga, de hecho, durante esos días, la hermandad del Carmen de San
Cayetano, que lo incluye como titular, ha llevado a cabo un solemne triduo en
su honor.
Oración revelada por la Virgen al P. Cirilo
Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la
intercesión de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad (pídase el favor
que se desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede
socorrer.
Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo
con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento
sinceramente de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas
para triunfar. Propongo no ofenderte y me ofrezco a ti, dispuesto a sufrir
antes que hacerte sufrir.
De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y
por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo. Niño
omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta
circunstancia (se manifiesta). Concédeme la gracia de poseerte eternamente con
María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del Cielo. Amén.
Oración al Milagroso Niño de Praga
¡Oh Milagroso Niñito Jesús! Te suplicamos que mires nuestros
corazones enfermos. Deja que tu Corazón de gran misericordia se apiade y nos de
la gracia que te rogamos de rodillas.
(Aquí se presenta la intención)
Límpianos del dolor y de la desesperación, de las
enfermedades y desgracias que nos agobian. Acuérdate de todos los méritos de tu
santísima infancia, y oye nuestra súplica. Danos tu consolación y tu gracia
para que eternamente te podamos adorar junto al Padre y al Espíritu Santo, Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
Fuentes