domingo, 25 de enero de 2015

Conversión

Dios nos invita a la conversión, nosotros debemos darnos cuenta de su grandeza y preguntarnos cuánto tiempo hemos tardado para poder entenderlo, para regresar al camino hacia la conversión, cuánto nos hace falta para llegar a ella, cuántas veces el Señor nos ha llamado a convertirnos pero seguimos por un camino distinto al que Él nos presenta.

Al Señor solamente le basta una palabra para sanarnos, para convertirnos, pues el camino de Dios siempre está cerca de nosotros, pero no nos damos cunta de eso.

Debemos cumplir su voluntad, hacer el bien, buscar la paz, adorar a Dios; es el camino a la conversión, se ve muy claro y sin embargo es difícil de cumplir. Para lograrlo hay que permitir que el Señor ponga en nuestro pensamiento lo que debemos hacer.

Hagamos que el arrepentimiento y la conversión llegue a nuestras vidas, para cumplir su voluntad y lograra también la conversión del prójimo, pues Dios llama a trabajadores para seguir edificando su reino.

Que el Señor conceda en cada uno de nosotros la gracia de saber escucharlo y poder responder con un corazón arrepentido y alcanzar la salvación.

Salmo 24: Descúbrenos Señor tus caminos.
Jonás 3: 1-5, 10.
I Corintios 7: 29-31.
Marcos 1: 14-20.


Fe y Prosperidad

No tengo la fecha exacta de cuándo escuché estas palabras de la boca de un pastor perteneciente a nuestros hermanos separados de la Congregación Ríos de Agua Viva de Mexicali, México; sin embargo, me parece interesante el mensaje y aquí lo comparto.

El que cree, todo le es posible [Marcos 9: 23], el que cree en espíritu. 

Jesús es el autor de la fe y necesitamos de él. Si ponemos nuestra fe en manos de Cristo, él nos responde "Todo será posible".

El Señor toma los corazones desesperados, angustiados, atormentados, enfermos y necesitados, y los pone en sus manos y despierta en ellos la fe que nunca deben de perder.

La fe no es un concepto o argumento, no son pensamientos hilados, tiene un objeto, es una persona, no una idea; la fe es Jesús, y Jesús es principio y fin de la fe, gracias a él la fe se fortalece.

La Tercera Carta de Juan nos habla de Prosperidad en todas as áreas de nuestra vida, pero ¿Qué necesitamos para prosperar?
  1. Desear lo mismo que Dios desea; Si Dios quiere que yo sea libre, sano y próspero, yo también lo deseo.
  2. Orar para que en nuestras vidas se revelen los caminos de prosperidad. Que Jesús nos muestre el camino que hemos de seguir para llegar a la presencia divina de nuestro Padre.
  3. Orar por la unción de rompimiento para abrir un nuevo camino.
  4. Orar para tener la sabiduría, dicernimiento y conocimiento para implementar cambios para llegar a la revelación.
  5. Orar por el don de sanidad y milagro que fluye desde Dios en nuestras vidas.
El pecado enferma el alma y sólo el perdón por la Sangre de Cristo puede sanarla.

Señor pongo mi fe y mi vida en tus manos, y me declaro libre de toda incredulidad.


domingo, 18 de enero de 2015

El llamado

Dios nos hace un llamado, nos habla por nuestro nombre; cuando escuches su voz responde "Aquí estoy Señor", pues su llamado nos invita a cumplir su voluntad por medio del bautismo. Hagamos caso a la voz de Dios.

¿Qué buscamos en la relación con Dios?

¿Tenemos la intención de buscar las cosas de este mundo o realmente nuestra búsqueda es hacia a quello que realmente nos une a Él?

¿Qué buscas en el corazón, en la iglesia, en tu casa, en tu vida, ante Dios?

Jesús nos invita a acercarnos a él, a conocerlo, a escuchar su palabra, para darle sentido a nuestra vida.

Nuestro cuerpo es Templo del Espíritu.

Salmo 39:  Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad.
Samuel 3: 3-10, 19.
II Corintios 6: 13-1, 17-20.
Juan 1: 35-52.