Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros
enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN INICAL
¡Oh! Señor Jesús, te agradecemos que, por tu Misericordia
y Piedad, hayas suscitado esta poderosísima oración que produce frutos
maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la familia y
en la vida de las personas por las que oramos.
¡Gracias, Jesús, por tu infinito amor por nosotros!
¡Oh! Padre Celestial, nosotros te amamos.
Padre, con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de tu Espíritu en nuestro corazón.
Padre, queremos vaciarnos de nosotros mismos para que el Espíritu Santo pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.
Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.
Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones, preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.
Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu; las preocupaciones en nuestra familia y en el trabajo; los problemas de orden financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.
Señor, que el poder redentor de la Sangre de Jesús venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda mala influencia.
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, Ten piedad de… (indica el nombre por quien se
pide)!
¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!
Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades, flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu, en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia, trabajo, vocación.
¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!
¡Llénanos con Tu poder y con Tu vida!
¡Ven, Espíritu Santo de Dios!
¡Ven, Espíritu Santo de Dios!
¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!
Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de Dios
proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él opere
en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre de
Jesucristo, nuestro Señor, Amén.
CREDO NICENO
CREDO NICENO
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios Verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen; y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
SI ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera, yo seré verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!
SI ORAMOS POR LA FAMILIA
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia, mi familia será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!
SI ORAMOS POR UNA PERSONA
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación), él (ella) será verdaderamente libre.
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación), él (ella) será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida,
dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos
de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ¡Ea! Pues
Señora y abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y
después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre ¡Oh!
Clemente, ¡Oh! Piadosa, ¡Oh! Dulce siempre Virgen María, Santa Madre de
Dios ruega por nosotros para ser dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.
Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra. Amén. ¡Aleluya!