martes, 31 de marzo de 2020

Santo Rosario de Liberación y Sanación

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN INICAL

¡Oh! Señor Jesús, te agradecemos que, por tu Misericordia y Piedad, hayas suscitado esta poderosísima oración que produce frutos maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la familia y en la vida de las personas por las que oramos.

¡Gracias, Jesús, por tu infinito amor por nosotros!
¡Oh! Padre Celestial, nosotros te amamos.

Padre, con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de tu Espíritu en nuestro corazón.

Padre, queremos vaciarnos de nosotros mismos para que el Espíritu Santo pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.

Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.

Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones, preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.

Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu; las preocupaciones en nuestra familia y en el trabajo; los problemas de orden financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.

Señor, que el poder redentor de la Sangre de Jesús venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda mala influencia.

¡Jesús, Ten piedad de mí! 
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, Ten piedad de… (indica el nombre por quien se pide)!
¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!

Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades, flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu, en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia, trabajo, vocación.

¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!
¡Llénanos con Tu poder y con Tu vida!
¡Ven, Espíritu Santo de Dios!
¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!

Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de Dios proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él opere en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Amén.


CREDO NICENO

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios Verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen; y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. 



SI ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS

En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera, yo seré verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!

SI ORAMOS POR LA FAMILIA

En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia, mi familia será verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!

SI ORAMOS POR UNA PERSONA

En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación), él (ella) será verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!

SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ¡Ea! Pues Señora y abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre ¡Oh! Clemente, ¡Oh! Piadosa, ¡Oh! Dulce siempre Virgen María, Santa Madre de Dios ruega por nosotros para ser dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.


ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.

Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra. Amén. ¡Aleluya!


Santo Rosario a Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre Creador y Redentor mío, por ser Tú quién eres, y porque te amo sobre todas las cosas; a mí me pesa en el alma el haberte ofendido; propongo firmemente enmendarme, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados; así como te suplico así confío en tu bondad y misericordia infinita que me perdonarás y me darás la gracia para nunca más pecar. Amen.

Creo en Dios padre Todopoderoso, creador del cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso y desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la Vida Eterna, Amén. 

Abre Señor mis labios (se hace la señal de la cruz en los labios) para alabar y bendecir tu Santísimo Nombre y el de tu purísima madre María Santísima, limpia nuestros corazones, inflama nuestra voluntad, para que atenta y devotamente recemos la devoción del Santísimo Rosario y que por él merezcamos ser oídos y vistos ante el acatamiento del Padre que contigo vive y reina en la unidad de Espíritu Santo por los siglos de los siglos, Amen.


Oh Madre Santísima de Zapopan, reina mía. Te suplico que si en este día (tarde, noche) alguna sentencia fuere dada en mi contra, sea anulada por tu intercesión, ante la Divina Majestad; Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

Oh Estrella de la Evangelización, Pacificadora y Generala, haz que por tu intercesión crezca en la fe católica en nuestra patria, y se santifique mi alma y las de los que me rodean, llevando el amor, la paz y la alegría del evangelio. Oh, Virgen de la Expectación, danos tu bendición y llévanos por buen camino hacia tu Divino Hijo, Jesús.

Concédeme, si es para mi bien, lo que te pido hoy... (hacer ofrecimiento) ...
Te lo pedimos Señora mía, intercede por nosotros ante Dios, nuestro Señor. Amén.


MISTERIOS GOZOSOS
La encarnación del Hijo de Dios.
La Visita de María a Sta. Isabel.
El nacimiento de Jesús en Belén.
La Presentación en el Templo.
El Niño perdido y hallado en el Templo.

MISTERIOS LUMINOSOS
El Bautismo de Jesús en el Río Jordán.
El Milagro en las Bodas de Caná.
El Anuncio del Reino de Dios.
La Transfiguración de Jesús.
La Institución de la Eucaristía.

MISTERIOS DOLOROSOS
La Oración en el Huerto.
La flagelación.
La Corona de Espinas.
Jesús carga con la Cruz.
La Crucifixión y muerte de Jesús.

MISTERIOS GLORIOSOS
La Resurrección.
La Ascensión a los Cielos.
La venida del Espíritu Santo.
La Asunción de María.
La Coronación de María.

En cada misterio se rezan las siguientes oraciones

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.

María, madre de gracia, madre de misericordia,
en la vida y en la muerte ampáranos Gran Señora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, protege especialmente a las más necesitadas con tu infinita misericordia, Amén.

Oh Virgen de la Expectación, danos tu bendición y llévanos por el buen camino hacia tu Divino Hijo, Jesús. Amén.

Santísima Virgen de la Expectación de Zapopan, ruega por nosotros.


Al finalizar los 5 misterios

Oh Soberano Santuario, Madre del Verbo Eterno; libra Virgen del infierno a quienes rezamos tu Santo Rosario. 

Emperatriz Poderosa de los mortales consuelo, ábrenos virgen el cielo con una muerte dichosa y danos pureza de alma ya que eres tan poderosa

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te Salve María Santísima, hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la aumentes, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te Salve María Santísima, madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Dios te Salve María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Dios te Salve María Santísima, Virgen Purísima, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, relicario purísimo, Virgen concebida sin la culpa original, Amén.

Dios te salve, reina y madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea! Pues Señora y abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre ¡Oh! Clemente, ¡Oh! Piadosa, ¡Oh! Dulce siempre Virgen María, Santa Madre de Dios ruega por nosotros  para que seamos dignos y merecedores de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.


Letanía

De tus purísimos ojos dependen nuestras felicidades, líbralas Virgen Santísima y nunca las desampares.

Señor, ten misericordia de ellas. (Ten piedad de nosotros)
Cristo, ten misericordia de ellas.
Señor, ten misericordia de ellas.
Cristo, óyelas
Cristo, escúchalas
Padre Celestial que eres Dios.
Hijo redentor del mundo que eres Dios.
Espíritu Santo que eres Dios.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios.

Santa María. (Ruega por nosotros)
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las Vírgenes.
Madre de Jesucristo.
Madre de la Iglesia.
Madre de la Divina gracia.
Madre Purísima.
Madre castísima.
Madre sin mancha.
Madre sin corrupción.
Madre inmaculada.
Madre amable.
Madre admirable.
Madre del buen consejo.
Madre del Creador.
Madre del Salvador.
Virgen prudentísima
Virgen venerable.
Virgen laudable.
Virgen digna de alabanza.
Virgen poderosa.
Virgen misericordiosa.
Virgen Clemente.
Virgen fiel.
Espejo de justicia.
Trono de la Sabiduría.
Causa de nuestra alegría.
Vaso espiritual de elección.
Vaso digno de honor.
Vaso de verdadera devoción.
Vaso precioso de la gracia.
Rosa mística.
Torre de David.
Torre de marfil.
Casa de oro.
Arca de la Alianza.
Puerta del Cielo.
Estrella de la Mañana.
Salud de los enfermos.
Refugio de los pecadores.
Consuelo de los afligidos.
Auxilio de los Cristianos.
Reina de los Ángeles.
Reina de los Patriarcas.
Reina de los Profetas.
Reina de los Apóstoles.
Reina de los Mártires
Reina de los confesores.
Reina de las vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina concebida sin la culpa original.
Reina elevada al cielo.
Reina del Santísimo Rosario.
Reina de las familias.
Reina de la Paz.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
perdónalas Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchalas Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
ten piedad y misericordia de sus almas.

Bajo tu amparo nos acogemos ¡Oh! Santa Madre de Dios, no desprecies las suplicas que te hacemos por nuestras necesidades, sino antes bien líbranos Virgen Gloriosa y Bendita, Santa Madre de Dios, ruega nosotros, para que seamos dignos y merecedores de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.


Por estos santos misterios que hemos hecho recuento, te pedimos ¡Oh! María, de la fe santa el aumento, la exaltación de la iglesia, al papa el mejor acierto; que la nación mexicana y tenga unión y buen gobierno; que el gentil conozca a Dios, que el hereje vea sus errores; ellos y los pecadores tengamos arrepentimiento., que los cautivos cristianos sean libres del cautiverio; que goce puerto el navegante; la salud de los enfermos; y que en el purgatorio logren las animas refrigerio. Y que este sano ejercicio tenga aumento tan perfecto, que toda la cristiandad alcancemos por su medio el ir a alabar a Dios y estar en su compañía en el Cielo, Amen.

Te rogamos, Señor, derrama tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, el misterio de la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz, seamos conducidos a la gloria de la resurrección por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

(Inclinando la cabeza) Sea eternamente bendito el Santísimo Sacramento del Altar y la pura y limpia inmaculada concepción de nuestra Señora la Virgen María; concebida en gracia desde el primer instante de su ser natural para ser Madre de Dios y reina, madre y abogada nuestra, Amén.

Alabado sea el Santísimo, en los cielos y en la tierra y en todo lugar. (Repetir tres veces inclinando la cabeza)

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

Oh Virgen de la Expectación, danos tu bendición y llévanos por el buen camino hacia tu Divino Hijo, Jesús. Amén.

Santísima Virgen de la Expectación de Zapopan, ruega por nosotros. 


Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti, y en prueba de mi afecto te consagro este día (esta tarde, esta noche) y para siempre mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser; ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.


lunes, 30 de marzo de 2020

Hazme un instrumento de tu paz

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.

Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna. 
Amén.


Se atribuye la autoría de esta oración a San Francisco de Asís.

La primera versión de esta oración se encontró en la revista parisina La Clochette (n.º 12, diciembre de 1912, pág. 285) en idioma francés:




Seigneur, faites de moi un instrument de votre paix.

Là où il y a de la haine, que je mette l’amour.

Là où il y a l’offense, que je mette le pardon.
Là où il y a la discorde, que je mette l’union.
Là où il y a l’erreur, que je mette la vérité.
Là où il y a le doute, que je mette la foi.
Là où il y a le désespoir, que je mette l’espérance.
Là où il y a les ténèbres, que je mette votre lumière.
Là où il y a la tristesse, que je mette la joie.

Ô Maître, que je ne cherche pas tant à être consolé qu’à consoler,
à être compris qu’à comprendre,
à être aimé qu’à aimer,
car c’est en donnant qu’on reçoit,
c’est en s’oubliant qu’on trouve,
c’est en pardonnant qu’on est pardonné,
c’est en mourant qu’on ressuscite à l’éternelle vie.
 

domingo, 29 de marzo de 2020

Oración al Santo Niño de la Salud

¡Oh! Dulcísimo Niño Jesús de la Salud, que por tu milagrosa imagen quieres inculcar en las almas la devoción a tu Sagrada Infancia, a tus pies me postro, arrepentido de mis faltas, me pesa de todo corazón haberte ofendido, me propongo, ayudado de tu Divina Gracia, no volver a disgustarte, mas con pecado mortal alguno. Amén.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.

Jesús, Niño compasivo y misericordioso, escucha mis quejas y remedia mis aflicciones, esperanza dulcísima de los que sufren, a tu Sagrado Corazón confío mis penas.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.


Segurísimo asilo de los menesterosos, a tus Divinos Pies derramo las amargas lágrimas de mi corazón atribulado.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.


Universal consolador que escoges con incansable misericordia a todos los que te ofenden, Señor, a todos los pecadores que a ti acudimos, escúchanos, ten piedad. Salud de nuestras almas médico incomparable, no desprecies mis súplicas y concédeme la gracia que te pido por Cristo Nuestro Señor, Amén.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al padre, gloria al hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.