El Señor se nos da para salvarnos, como un alimento para dar fuerza en el paso de la esclavitud a la libertad, ya que podemos ser esclavos de diferentes formas, ya sea de un vicio, del chisme, de la pereza, etc., y el paso que debemos dar para salir de esa esclavitud es difícil, nos llega la desesperación ante las pruebas y preferimos renunciar, quedarnos dormidos, no tenemos disposición para seguir ante las adversidades, mas el Señor viene a nosotros como fuerza y alimento ara lograrlo, Él nos habla, nos anima, nos insiste en avanzar y continuar en nuestra vida, pues el Espíritu Santo quiere seguir actuando en nuestro corazón.
A Elías, Dios lo hace profeta y como tal, su tarea es Anunciar y Denunciar, anunciar la Palabra de Dios, y denunciar todo aquello que se hace fuera del Plan de Dios. Elías se encuentra con un problema, es perseguido por los profetas de Baal, a los que apoya la reina Jezabel, ya que Elías debía denunciar las malas obras que se estaban cometiendo. Elías huye al desierto, se desespera y es agobiado por el cansancio, al perder esperanzas siente deseos de morir, pero Dios le dice "levántate y come", así es como Elías encuentra Pan y Agua, esto lo hace ver que Dios está a su lado y le da, por medio de ese alimento, el poder de seguir, para Anunciar y Denunciar.
Así, en este pasaje, vemos un reflejo de nuestras propias vidas, en las que somos perseguidos por los problemas y llegamos a desesperarnos al no encontrar una solución, nos sentimos en medio de un desierto del que no podemos salir y que representa el final de la vida, o bien, que puede ser el comienzo de una nueva experiencia.
Todos los que hemos sido bautizados tenemos 3 misiones:
- Ser sacerdotes: Es decir, participar en las celebraciones e invitar a otros a que formen parte de las celebraciones, escuchar, meditar y transmitir la Palabra.
- Ser reyes: No en el sentido de riqueza, sino en el sentido del reinado de Jesús, que es el servicio y el sacrificio. Es decir, sacrificarnos un poco y servir.
- Ser profetas: Teniendo como principal tarea Anunciar y Denunciar. Vivir como profetas anunciando el querer de Dios y denunciando aquello que aleja de Dios.
El buen Juez por su casa empieza, es importante iniciar a entender la vida Católica y conocer al Señor primero anunciándonos a nosotros mismos y denunciarnos lo que estamos haciendo mal y rechazarlo, para poder ser profetas para otras personas, primero debemos ser profetas para nosotros mismos.
Aprovechemos y alimentémonos con el Pan de Vida que es Jesús, alimentemos bien nuestra alma y pidamos al Señor que nos enamoremos de su Eucaristía. Amén.
Reyes 19, 4 - 8.
Salmo 34 (33): Haz la prueba y verás que bueno es el Señor.
Efesios 4, 30 - 5, 2.
San Juan6, 41 - 51.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Eres católico? ¿Crees en Dios? Recuerda que éste es un espacio para la comunidad católica, si no eres católico o no crees en Dios por favor respeta las creencias de quienes amamos a Jesús y a María.