miércoles, 2 de mayo de 2018

Coronilla a la Divina Infancia de Jesús

Esta coronilla glorifica a Jesucristo por los méritos de su infancia, por los cuales podemos recibir cuantos favores y ayudas solicitemos. Para acompañarla, se suele colocar una veladora junto a una imagen del Niño Jesús, generalmente al Divino Niño, aunque se pueden emplear otras advocaciones, como el Niño de Praga, el Niño de la Salud, el Niño de Atocha, etc.

Por la señal de la Santa cruz de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; vénganos tu Reino; hágase tu voluntad tanto en la Tierra como en el Cielo; danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende; no nos dejes caer en tentación; líbranos y guárdanos de todo mal. Amén.

Adorado y Glorificado sea el Hijo.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; vénganos tu Reino; hágase tu voluntad tanto en la Tierra como en el Cielo; danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende; no nos dejes caer en tentación; líbranos y guárdanos de todo mal. Amén.

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; vénganos tu Reino; hágase tu voluntad tanto en la Tierra como en el Cielo; danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofende; no nos dejes caer en tentación; líbranos y guárdanos de todo mal. Amén.


A continuación se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús, uno por cada año de la infancia de Jesús:

Misterio 1: La encarnación.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Encarnación. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 2: La visita de María a Isabel.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 3: El nacimiento de Jesús.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Nacimiento.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 4: Los Pastores adoran al Niño.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 5: La Circuncisión.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Circuncisión.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 6: La Epifanía.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Epifanía.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 7: La Presentación.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Presentación en el Templo.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 8: La huida a Egipto.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Huida a Egipto.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 9: La vida en Egipto.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu Permanencia en Egipto.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 10: El regreso a Nazaret.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu regreso a Nazaret.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 11: La vida oculta.
Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de tu vida oculta en Nazaret.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterio 12: El Niño en el Templo.
Dulcísimo Niño Jesús, tu adoro en el Misterio de tu pérdida y hallazgo en el templo.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por ellas y nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como en un rincipio, hoy y por los Siglos de los Siglos. Amén.


Para finalizar la coronilla se hace la siguiente oración:

Oh Dios mío, que te dignaste constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género humano, y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos que, los que veneramos su Santo Nombre en la Tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


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